12 problemas que las mujeres enfrentamos en el trabajo (y no van a cambiar después del 9 de marzo)

Escrito por Trabajo en Digital

Mar 06, 2020

¿En tu empresa “les dieron chance” de parar el 9 de marzo? ¡Genial! pero, ¿tienen un protocolo para prevenir y sancionar el acoso sexual? ¿Cuántas mujeres hay en puestos de liderazgo? ¿Tienen permiso de maternidad? ¿De cuántas semanas?

El 24 de octubre de 1975, el 90% de las mujeres islandesas participaron en una huelga laboral y de cuidados. Demandaban igualdad de oportunidades, guarderías para sus hijos y salarios justos (los hombres ganaban 40% más que ellas)¹. Este movimiento transformó la historia del país y en menos de cinco años eligieron a la primera presidenta de todo el mundo. Si Islandia vive en el futuro es gracias a sus mujeres.

45 años después, vamos a hacer algo similar en México este 9 de marzo; pero nuestras demandas apelan a algo mucho más primario: nuestra supervivencia. Básicamente: queremos que no nos maten, que no nos violen y que gobierno, instituciones y sociedad dejen de normalizar que 10 mujeres son asesinadas al día.

Considerando la alarmante violencia a la que estamos expuestas, varias empresas e instituciones se han sumado al paro del 9 de marzo.  Sin embargo, su apoyo no debería limitarse a hacer un comunicado sobre “cuánto les preocupa” nuestra situación y cuánto apoyan “al feminismo”.

Leer: ¿Qué significa para nosotras el paro del 09 de marzo?

Necesitamos también que visibilicen y cuestionen toda la estructura misógina que obstaculiza nuestra vida laboral. Para nosotras, ir trabajar (además del inminente riesgo de salir de casa y no volver) implica otra serie de dificultades que tu jefe “buena onda” que “te dio permiso de faltar” el 9 de marzo, no ve o no quiere ver.


1. La primera dificultad es encontrar trabajo

En México hay 25.5 millones de mujeres en edad productiva; de ellas, el 18% están desempleadas. Por su parte, la tasa de desempleo de los hombres es del  8%².


2. La brecha salarial

México tiene la peor brecha salarial de América Latina.  El salario promedio de un hombre con jornada completa es de 5,825 pesos, mientras que el de las mujeres es de 5,029 pesos. Es decir, todos estamos jodidos, pero nosotras un poquito más. Percibimos 16% menos ingresos que los hombres, lo que quiere decir que si queremos igualar su salario, tendríamos que trabajar 35 días más al año.


3. Acoso sexual

Tal vez no te ha pasado a ti, pero seguro conoces a alguna mujer que ha estado en esta situación que trunca o condiciona su desarrollo profesional.

Y vulnera su dignidad, y pone en riesgo su integridad física y psicológica.

El acoso sexual es mucho más frecuente de lo que pensamos (la mayoría de los casos ni siquiera se denuncian). Por eso, dedicamos un extenso  espacio para hablar sobre cómo identificarlo y denunciar. 

Leer: Guía para identificar y denunciar el acoso sexual en el trabajo


4. El problema de siempre: “tolerar” los ambientes machistas

A veces es una “bromita” sobre tu cuerpo o el de otra mujer, otras es que te digan nombres “tiernos” que los hombres no usarían entre ellos y, casi siempre, es saber que tus colegas no consideran que tengas sus mismas capacidades.

acoso sexual en el trabajo

Que te excluyan si no toleras su machismo.

experiencias de machismo en el trabajo

O que te violenten por tu forma de pensar

Al acuerdo tácito entre hombres de solaparse sus violencias se le llama “pacto patriarcal”. La mayoría de ellos están tan cómodos en sus privilegios que no dimensionan las implicaciones que el machismo tiene en nuestras vidas (y en las suyas). Entonces, cuando alguien les señala o denuncia sus comportamientos, proceden a defender su apreciado pacto.

Y por su puesto, también hay que lidiar con masculinidades frágiles y una total falta de empatía


5. Que te nieguen oportunidades solo por ser mujer

También conocido como discriminación.

Ojo aquí @CONAPRED

Peor si, además de ser mujer, eres más joven que ellos

Si estás pasando por esta situación y quieres saber cómo denunciar discriminación en tu trabajo, échale un ojito a la guía que armamos sobre tus derechos laborales (que no te dé flojera, es fácil de leer y tiene mucho GIF).

Leer: Todo lo que debes saber sobre tus derechos laborales en México


6. Que quieran darte “trato especial”

En el ambiente laboral, siempre hay un compañero o un jefe que nos trata como si fuéramos flores bellas y delicadas, y no mujeres adultas y profesionistas. Tal vez lo hacen “por amabilidad”, pero esta amabilidad que casualmente solo tienen con nosotras (porque entre ellos no se dicen “mi niña” “ni corazón”, sino “licenciados” y “estimados”) evidencia su condescendencia y el hecho de que no nos ven como iguales.

Y claro, si no quieres que te traten así, entonces el problema es tuyo:


7. Que siempre quieran explicarte cosas

Rebecca Solnit en su maravilloso ensayo: ‘Los hombres me explican cosas’, acuñó el terminó mansplaining para describir a esa necesidad tan masculina de demostrar que saben más que nosotras. No importa que tan expertas seamos en un tema, hay hombres que se tienen la confianza de explicarnos TODO, incluso nuestros problemas.

Definición de mansplaining: https://t.co/KINj9XBS88

— Mariana Limón (@marianaliru) February 26, 2020

Y que no te dejen hablar...

O que cuando te dejen hablar, sea para robarte tus ideas

El proceso creativo de muchos hombres consiste en repetir lo que tú dijiste, pero más fuerte y  con voz varonil.  

Otra práctica machista bastante común es el bropriating, o sea, colgarse de los resultados del trabajo que hicimos nosotras.


8. El techo de cristal

Seguro lograrás sortear todas estas dificultades, porque no tenemos de otra. Sin embargo, esto no garantiza que llegarás a la cúspide del mundo laboral porque entre nosotras y la cima, casi siempre hay una barrera invisible a la que se le conoce como techo de cristal.

Este término se relaciona con el número de hombres y mujeres que hay en cada empresa, el salario que perciben según el sexo, y las diferencias en el crecimiento profesional dependiendo de si eres hombre o mujer. Pese a ser “invisible”, el techo de cristal es muy evidente, por ejemplo: las mujeres son jefas de Estado en solo 17 de los 149 países analizados en el Informe Global de Género, un poco más del 11%³.


9. Doble jornada

Como si trabajar en estas condiciones no fuera lo suficientemente agotador, la mayoría de las mujeres tiene además otra chambita extra: la del trabajo doméstico y el de cuidados, el cual por cierto, no está remunerado. 

Las mujeres empleadas dedican hasta 42.8 horas a la semana a la “otra jornada laboral”; los hombres, solo 16.5 horas.


10. Falta de permisos de maternidad

Si bien es ilegal despedir a una mujer por estar embarazada, aún es común que suceda. O, si no las despiden, también pasa que tienen que renunciar ante la falta de permisos de maternidad. Además, considerando que las labores de cuidados siempre caen de nuestro lado, las jornadas de una madre parecen estar diseñadas para que nunca pueda descansar.


11.Y toda la estructura laboral que permite y solapa la violencia

Pese a que cada uno de estos puntos son manifestaciones de machismo y violencia, están tan normalizados que pocas veces son señalados y mucho menos sancionados.

De hecho, muchas empresas e instituciones están diseñadas para operar así; de manera que dueños, directivos y cada uno de los empleados permiten y solapan estas dinámicas. Y sin embargo, tienen la audacia de sumarse al paro del 9 de marzo.

Incluso cuando quieren entender, no entienden que no entienden.

En los casos en que la violencia de género comienza a ser visibilizada dentro de una empresa, para muchos hombres es difícil comprender que ni el 9 de marzo, ni las marchas se tratan de ellos.


12. El problema de creérnosla

Más allá de todos los obstáculos estructurales de los que hemos hablado, existe otro que nos acompaña desde que éramos niñas y nos dijeron que “calladitas nos veíamos más bonitas”. Que se nos educara para ser discretas, calladas, tímidas e inocentes 🎶 mermó la confianza de muchas de nosotras y a veces nos cuesta creer en nuestra propia capacidad. 

Por eso, lo último que podemos agregar a esta lista es un friendly reminder: el mundo ya es lo suficientemente difícil para nosotras, como para que rechacemos oportunidades solo por no tenernos la suficiente confianza.

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Leer: Cómo crear tu cuenta en Trabajo en Digital (paso por paso)

La próxima vez que dudes de ti, recuerda que un hombre menos calificado sí se animaría hacerlo (y cobrando más que tú); Así que, alza la voz y ve por lo que es tuyo, bb.


Fuentes

  1. Si quieres saber más sobre el paro en Islandia, ve a este artículo de El País.
  2. Todos los datos sobre la situación laboral de las mujeres en México los consultamos del Segundo Informe del Observatorio de Trabajo Digno de la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza (Acá el resumen que hizo Animal Político).
  3. Para conocer más sobre la brecha salarial y el techo de cristal en el mundo, revisa este artículo de la BBC.

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